domingo, 17 de abril de 2011

EL TERCER HOMBRE

El tercer hombre es uno de los clásicos del cine (rodado en el 49) que cuenta con un excelente reparto: Joseph Cotten, Orson Welles y Alida Valli como actores principales.

Este filme cuenta la historia de Holly Martins (Jospeh Cotten), un escritor de novelas americano que llega a Viena después de la Segunda Guerra Mundial reclamado por un amigo que le había dicho que le proporcionaría trabajo. Pero cuando llega, se encuentra con el entierro de su amigo Harry Lime (Orson Welles), que había sido atropellado por un camión. El jefe de policía le insinúa a Holly que su amigo era un delincuente metido en el mercado negro, pero Holly, para demostrar su inocencia, empieza a investigar su muerte y descubre que no fue un accidente. Para ello contará con la ayuda de la amante de Harry, Anna Schmidt (Alida Valli).

El argumento está muy bien hecho, con una trama que no deja ningún cabo suelto y que da un vuelco inesperado cuando se descubre quién es el tercer hombre que colabora en la muerte de Harry Lime. Además es un argumento circular, que empieza igual que acaba, con el entierro de Harry. En definitiva, es muy interesante y diferente de todas las películas policíacas que he visto.

Además, hay ciertas escenas que son paradójicamnete graciosas en situaciones que en teoría deberían ser serias o tristes, como por ejemplo cuando matan al portero y acusan a Holly.

Finalmente quiero resaltar las imágenes de la película. Son impresionantes, con muy buenos encuadres y un uso de las sombras excelente, que les da un toque intrigante y misterioso. Algunas de ellas, como la primera aparición de Welles en el filme (arriba izquierda)  o el plano del final con Valli acercándose (arriba derecha), son consideradas las mejores de la historia del cine.








Recomiendo a todo el mundo esta película en blanco y negro que me ha gustado mucho y considero un buen ejemplo de la calidad del cine antiguo frente a muchos filmes totalmente comerciales producidos hoy en día.

Lucía

1 comentario:

  1. El fotograma con la sombra de Line proyectándose sobre el edificio es sencillamente espectacular.

    Tambien la entrada en escena de Welles es magnífica: un hombre escondido entre las sombras, que al encenderse una luz de una vivienda, ilumina unicamente la cara de Welles.

    SALud

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